Autor: Lic. Vitullo, Maria Director: Lic. Caciorgna, Clarisa
Prefacio La experiencia recogida en los escasos cuatro años en los cuales me he desempeñado en el sector público como Licenciada en Nutrición, me ha demostrado que no es suficiente planificar una alimentación acorde a las necesidades individuales sino que es necesario evaluar también las posibilidades de que dicho plan alimentario pueda realmente ser llevado a cabo. Incorporar en el plan productos que no componen las cajas de alimentos provistas por los planes sociales o por los comedores escolares, así como ingredientes y formas de preparación que no forman parte de la cultura alimentaria familiar heredada, implica altas posibilidades de incumplimiento de lo propuesto. Tampoco puedo dejar de mencionar la falta de información acerca de la importancia de una adecuada alimentación (en términos de calidad) existente en gran parte de la población, sobre todo en madres adolescentes. Los primeros 3 años o mil días de vida representan una “ventana de oportunidad” en la que una correcta alimentación es fundamental para el desarrollo psicofísico y las posibilidades futuras del niño. Si todas las madres supiesen que –como diría el Dr. Carmuega– nacer con bajo peso implica un riesgo 10 veces mayor de morir en los primeros cinco años; una altura 5 centímetros menor al finalizar la adolescencia, y que por cada punto de talla menos hay un año de escolaridad perdido, la realidad seguramente sería distinta. Los problemas nutricionales prevalentes en la actualidad (la desnutrición y la obesidad) están causados no sólo por los hábitos alimentarios y los recursos económicos que disponen las familias, sino también por las políticas alimentarias del Estado, la industria alimentaria, la educación y la influencia de los medios de comunicación. Resulta primordial hacer hincapié sobre la trascendencia de la calidad de los nutrientes y reemplazar el concepto de “alimentar” por “nutrir”. En un momento en el que más de la mitad de la población mundial sufre de una forma u otra de malnutrición y miles de niños mueren por día por enfermedades que podrían haberse evitado con una correcta nutrición, esta tesis surge como una necesidad personal de profundizar en la seguridad alimentaria nutricional con el fin de encontrar algunas respuestas al escenario revelado y concientizar sobre este panorama y las diferentes líneas de acción para ayudar a revertir la situación. Para esto, se hablará de la definición, los componentes, la cronología del concepto de seguridad alimentaria nutricional, y se describirán los aspectos estrechamente relacionados con la misma. Se hará un análisis de la inseguridad alimentaria en el contexto del hambre, la desnutrición, la pobreza, la obesidad y el panorama mundial. Se realizará un diagnóstico de la seguridad alimentaria nutricional en Argentina, y se analizará el rol de la industria alimentaria, las políticas sociales implementadas a lo largo de los años, las cuestiones socioeconómicas y los hábitos alimentarios como determinantes de la situación. Finalmente, se presentarán las diferentes líneas de acción posibles y en particular se mencionará una novedosa iniciativa que pretende hacer frente a la problemática. Porque considero que es nuestro deber social contribuir para brindarle a las poblaciones vulnerables aquello que les corresponde: una correcta nutrición que se traduzca en oportunidades para poder vivir con salud y dignidad.
LA SEGURIDAD ALIMENTARIA NUTRICIONAL DESDE LA MULTISECTORIALIDAD.
El MITA cuenta desde 2018 con el apoyo institucional de la Cancillería Argentina y el beneplácito de la Cámara de Diputados y el Senado de la Nación Argentina desde 2020.
MITA
El Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos (MITA) cuenta con el título, con validez internacional, de la Universidad de Parma y el certificado de Posgrado en Alta Dirección en Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.