Verdades, mitos y secretos sobre esta bebida que es tendencia en la Argentina y en el mundo. ¿Los botánicos realmente modifican el sabor de este destilado? ¿El gin nacional compite en calidad con los de otras latitudes? ¿Y cuál es el consumidor principal? Explica todos los detalles Verónica Tomaghelli, experta en destilados y docente del curso “Tecnología de las bebidas alcohólicas” del Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos (MITA).
El gin es la bebida de moda en la Argentina y en el mundo. A nivel nacional la calidad de esta bebida ha ido en ascenso en los últimos dos años: los productores se han capacitado en análisis sensorial y han comprendido que un buen destilado no solo requiere una buena receta o botánicos de calidad, sino también, saber reconocer el equilibrio que se genera en el proceso de destilación.
Hay diferencias notables con los gin de otros países, ya sea por las divergencias en el agua, en los alcoholes y en la característica de cada botánico.
Verónica Tomaghelli —experta en destilados, docente del MITA y una de las dueñas de Drams Devoto— explica, además, que los botánicos que se utilizan en el gin no solo son un elemento que aporta color, sino que también, la elección de cuáles se emplean en esta bebida realmente modifica el resultado final.
Las razones por las cuales el gin se ha convertido en un destilado de moda se deben a varios factores, que van desde la parte productiva hasta su realización a partir de un alcohol tridestilado, lo cual hace que los tiempos de producción se reduzcan considerablemente, ya que las destilerías que lo manufacturan adelantan la mitad del proceso, pudiendo así realizar distintos tipos de gin según el perfil de preferencia del cliente. Esto, que se denomina “producción a fasón”, permite que no sea necesario montar una destilería para poder realizar una marca de gin.
Y desde la parte del consumidor, el gin ha sabido ganarse un espacio, no solo en bares, sino en los hogares, ya que gracias a la moda del gin tonic, cada consumidor puede realizarlo en la comodidad de su hogar, siendo este muy versátil y fácil de realizar.
“Esto también sucede en otras partes del mundo, ya que muchas destilerías han optado por el gin, no solo por la rapidez con la que se puede producir, sino también, porque no requiere tiempo de añejamiento, lo que hace que cada destilería no tenga que esperar un mínimo de dos o más años para su comercialización, lo que sí sucede con otros destilados, como el whisky, el ron, el tequila, el coñac, etc.”, agrega Tomaghelli.
Características que diferencian al gin con respecto a otros destilados y su consumidor principal
La característica que hace diferente al gin es, básicamente, que se trata de una bebida que puede hacerse con cualquier sustrato de origen agrícola que pueda transformarse en alcohol. Se trata de una bebida no congenérica, es decir, que no guarda rastros de aroma ni sabor de la materia prima, que, luego, se aromatiza con los botánicos deseados por el productor, siempre y cuando, sea el enebro el que destaque entre todos. Esto hace que haya una gama interminable de aromas y sabores para elegir.
El consumidor principal de gin es el público joven, principalmente por los cócteles de moda, como el gin tonic o negroni. Si bien la lista es muy extensa, estos son los que más se consumen.
¿El precio del gin se relaciona con su calidad?
Verónica Tomaghelli aclara que “un gin caro no refleja su calidad: hay muchísimos productos nacionales de excelente calidad y a un precio accesible, y hay muchos que son caros por su envase, por quién lo produce, o simplemente, por una moda”. A su vez, Tomaghelli señala que también los hay caros por su procedencia, método de elaboración o tipo de botánicos, entre otras características, que merecen cada centavo.
Además del gin, hay una tendencia a la exploración de los destilados en general, pero de preferencia whisky. Muchos productores de otras bebidas (fermentadas, no destiladas) han adquirido equipos de destilación para realizar pruebas a partir de diferentes mostos. Algunos han logrado resultados satisfactorios (requiere mucho conocimiento de química y análisis organoléptico) y otros no tanto.
¿Qué es el MITA?
Es el Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos, desarrollado en forma conjunta por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) y la Universidad de Parma (Italia) con el objetivo de contribuir a la formación de profesionales con conciencia científica, técnica y de gestión, para la aplicación de innovaciones en las empresas alimentarias, con especial énfasis en la transferencia de tecnología y management de la industria alimentaria italiana a la argentina.
Provee conocimientos y competencias necesarias para la elaboración de proyectos de implementación tecnológica en el sector de los alimentos, para elaborar proyectos de transferencia tecnológica desde Italia a la Argentina, para evaluar e interpretar problemáticas de proceso y de control, elaborar y aplicar las normativas de las propiedades nutritivas de los alimentos, y elaborar proyectos de factibilidad de los procesos tecnológicamente avanzados y económicamente convenientes.
El MITA cuenta con el respaldo de la Universidad de Parma y la Facultad de Agronomía de la UBA. La Universidad de Parma otorga el título de Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos, el que se encuentra con apostilla de La Haya, que le da validez dentro de la Unión Europea y a nivel internacional. Asimismo, la FAUBA otorga el certificado de Posgrado en Alta Dirección en Tecnología de los Alimentos.
Redes sociales:
Facebook: facebook.com/mita.fauba
Instagram: MITA(@mita.fauba)
Twitter: MITA/PCyT(@MITAnoticias)
promocionmita@mita.ar