Un seminario internacional dedicado a explorar la cantidad de agua que se consume a través de la alimentación y a concientizar sobre ello, a través de conceptos, cifras y el conocimiento de un experto italiano.
El martes 2 de mayo, el Prof. Franco Antoniazzi, de la Universidad de Parma, presentó un seminario dedicado a concientizar sobre la cantidad de agua que se consume a través de la alimentación, con el fin de sensibilizar sobre la importancia de variar los hábitos alimentarios, desde una óptica que considera la sostenibilidad y la salud.
De este modo, comenzó su disertación el Dr. Lorenzo Stella, licenciado en Biotecnología por la Universidad de Padua y becario en Madegus, sociedad patrocinada por la Universidad de Parma, dedicada a la educación y divulgación de una correcta alimentación para mejorar la salud y el estilo de vida. El Dr. Stella informó que el promedio de consumo diario de “agua invisible” —es decir, la cantidad de agua que “utilizamos sin darnos cuenta y es empleada para producir cada producto y alimento que consumimos”— por parte del ser humano es de 6300 litros. Esta cifra está calculada según el parámetro de la huella hídrica, que es el agua dulce que se emplea para producir un producto o un alimento. La mencionada huella está constituida por 3 elementos: el agua verde (procedente de la lluvia y recogida para la agricultura, especialmente), el agua azul (que se toma de las cuencas hídricas) y el agua gris (proveniente de procesos, como la producción de un alimento). Stella destacó la importancia de variar la alimentación para alterar el alto porcentaje de huella hídrica (89 %) que se calcula en relación con la producción de un alimento. De todos modos, este no es el único parámetro para medir el impacto del consumo de agua en la producción; también, se puede optar por la emisión de gases de efecto invernadero, un criterio que puede dar distintos resultados con respecto al anterior.
Retomando la idea de comer más variado, Stella mencionó la importancia de incluir porciones de frutas, verduras y legumbres para balancear la dieta de forma sostenible y saludable, conceptos que tienen en cuenta la ingesta de cultivos de estación, la huella producida por el transporte, etc. Así, introdujo la estrategia de la “dieta planetaria” formulada por la EAT-Lancet Commission, basada en variar la frecuencia de consumo de los alimentos. A continuación, añadió: “No hay que demonizar a los alimentos en general, ninguno hace bien o mal en sí, sino que hay una relación con la cantidad que se consume, con el estilo de vida, con la actividad física”.
Acerca de los procesados, remarcó que la industria ofrece alternativas en función de acompañar el estilo de vida de los consumidores, que ya no pueden pasar tantas horas “frente a la hornalla”, aunque lo ideal es encontrar “un compromiso” entre la comida casera y la procesada.
Hacia el cierre, tuvo lugar la habitual ronda de preguntas, que permitió tratar el consumo de insectos —comentado en el primer seminario MITA del año “La EFSA y los Novel Foods” (https://www.youtube.com/watch?v=bIcBx_z3sOw&list=PLbry5jBhp-WG5I6ntc6ivUrDiTXrbMUcw&index=8&ab_channel=MITA-PCyTFauba). En Italia, el consumo de insectos (3 o 4 especies) está destinado solo a la alimentación de animales y de peces de criadero. Con relación al tema del seminario, el disertante destacó las propiedades de los insectos, así como los posibles inconvenientes derivados de su consumo, pero señalando que el impacto a nivel ambiental de su producción es menor a la de otros alimentos que también son importantes fuentes proteicas.
Agradecemos a todos los que participaron del nuevo seminario del MITA y los invitamos a ser parte de los próximos eventos del año.
Para visualizar el seminario por primera vez o para volver a escuchar algunos de los conceptos, tanto en español como en italiano, los links a YouTube son los siguientes:
Seminario en español:
Seminario en italiano: